Participantes

sábado, 31 de marzo de 2012

HISTORIA DEL ENCUENTRO DE AMISTAD


NAZARENOS DEL CRISTO DE LOS ESTUDIANTES 
MONTORO 1955





ENCUENTRO  DE AMISTAD





Montoro 2 y 3 de  Abril de 2012




Vista de Montoro desde la ribera izquierda del Guadalquivir



Vista actual de Montoro  

INTRODUCCIÓN

Iniciamos este Blog, que llamamos "MONTOROENTREDIAMELAS", porque la  DIAMELA es una flor característica de la ciudad de Montoro y en sus  patios es habitual encontrar la planta que las cobija con su fragante y  característico olor. Fué precisamente en el patio de la casa de Manolo Benitez, uno de los NAZARENOS DEL 55, donde nos las encontramos al  contemplar una fotografía de aquellos años y saber que Teresa madre las  cuidaba con primor, como tantas mujeres de Montoro...




Para tener un mejor conocimiento de lo que se pretende con este encuentro  de fraternidad a celebrar en Montoro, creo necesario hacer una SEMBLANZA  MONTOREÑA que de pie a que cada uno de nosotros podamos remontarnos a los  recuerdos de nuestra niñez, vivida en Montoro en los años 50 del pasado siglo. 
En primer lugar os quiero decir que al encontrarme, con ocasión de una  mudanza, con la foto de los NUEVE NAZARENOS que encabeza la portada, pensé  ¡qué habrá sido de cada uno de esos niños con caras celestiales! 

Estos son los nueve de la foto: 

• Manolo Rguez Carretero (Manolín Carretero) 
• Ricardo Fuentes (Rin) 
• Jose Fco Ortega (Jose “francés”) 
• Manolo Benitez 
• Antonio Luis Pozuelo 
• Vicente Ager 
• Emilio Porras 
• Mariano López Bujalance 
• Antonio José Fuentes (Toto) 

Pues bien, en un viaje a Montoro en Octubre del pasado año, comenté con Vicente Ager y con Manolo Cachinero la posibilidad de localizar a los amigos y los dos me dijeron que sería extraordinario podernos reunir en Montoro en alguna ocasión.

Con este motivo asumí el encargo y me puse manos a la obra, realizando indagaciones para contactar con cada uno de vosotros. Nada mejor que la herramienta de internet imprescindible para escrutar en el espacio y en el tiempo.

En seguida localicé a Manolín Carretero en Córdoba. Se mostró muy interesado en el asunto y entre los dos nos dedicamos a la búsqueda. Conforme yo iba localizando los teléfonos en internet él iba haciendo llamadas.

Manolín me confesó que había llegado tarde a la era informática y que sería a través del correo electrónico de su hija Maite con el que estaríamos en contacto, además de las llamadas telefónicas.

A medida que íbamos hablando con cada uno de los protagonistas, nos dimos cuenta de que el ámbito iba a rebasar el contenido de la fotografía de los 9 nazarenos. Pensamos que la foto era el argumento para el encuentro, pero los amigos de la época eran muchos más.

El primero que se manifestó en este sentido fué Federico Porras, pues nos decía que ese año de 1955 salió de nazareno con otra Cofradía y por esa razón solo estaba su hermano Emilio en la foto del Cristo de los Estudiantes.

A partir de ahí, y contando ya con la incorporación al grupo de Manolo Cachinero, fuimos aumentando el número poco a poco con Juan de la Cruz Ager, Luis Rivas, Mary Herrero, Antonio Sánchez Notario y mis hermanas Chiqui y Mª José Pozuelo.

Llegados a este punto, se desata una tormenta de recuerdos. Todos los participantes inician un intercambio de correos. Manolo Benitez dice que estamos
revolviendo las “galerías del alma”, parafraseando a Antonio Machado, y que no nos imaginamos a donde nos puede llevar esta aventura.

En fin, como muestra, aquí dejo caer algunos de los recuerdos que se han presentado:

• La Fábrica de Francés y Cia con su montón de orujo y su “pozo” de agua para hacer piruetas.

• La Virgen de Gracia.

• El Imperio Romano con su “Prendimiento” en el Charco.

• La “Más Alegre” con el trasbordo de la barcaza de Manolón, guiada por la segura maroma de acero, para evitar el arrastre por la corriente.

• La bajada al Rio, precedidos de Manolin León cantando aquella canción “¿Dónde vas bella Judía?”

• Los baños a la vera del Guadalquivir, en el “Barrigaero” junto a la aceña, con Jeromo como maestro de natación, utilizando los “pitochos” a manera de flotadores primitivos.

• Los paseos en la Feria.

• Las meriendas con el “joyo” de aceite impregnado de abundante azúcar y acompañado de la “jícara” de chocolate.

• Las Veleras en la Virgen de la Fuensanta acompañados del canto de “Arroyito Corcomé”

• El CINEMA PEREZ y sus primeras Películas en Cinemascope: “Siete novias para siete hermanos”, “El Submarino de las aguas turbias”, “La Flecha Sagrada”, etc...

• La Academia de Montoro con los dos bandos y sus peleas a pedradas
¡qué brutos éramos entonces!

• Las Señoritas Isabel Solís, Mercedes y Patro, “Las Licenciadas

• Las clases de la Señorita Bernarda.

• Los Grupos Escolares, Don Custodio y Don Antonio Lucena.

• Los juegos con la escopeta de plomos en Casa Francés y los disparos de perdigones a las farolas y las salamanquesas durante las noches.

• El juego del pañuelo sobre la báscula gigante de Francés y Cia.

• Los baños en la Piscina de LA ALCAPARRA


Murcia, Marzo de 2012
Antonio Luis Pozuelo Gómez

2 comentarios:

Chiqui dijo...

¡Felicidades hermano por tan buena idea, por tu buena memoria y por lo que has conseguido en tan poco tiempo!.

Todo un récord reunir en dos meses a tanta gente.

Manuel dijo...

DEL NO SIEMPRE PERPETUO SOCORRO DE LA VIRGEN. Maritina me cogió del brazo y entramos en la Parroquia del Carmen para ver los dos pasos que estaban acabando de preparar. “La imagen de la Virgen la ha donado una señora este año”, me dijo. Nos dimos una pequeña vuelta por la misma iglesia de misa de 10 los domingos cuando algunos ineducados jovencitos nos poníamos cerca de la puerta para salir a fumar en cuanto don Pedro (¿Adán?) iniciaba el sermón. La Virgen de Fátima de mi primera comunión sobrevivía tranquilamente a la desaparición completa de la familia que antes, supongo, también donaría la imagen. En su altar mi primo y diácono entonces Manuel Zorro Benítez fue el oficiante de aquel “evento no consuetudinario que no acontecía en la rúa”, y me regaló un Nuevo Testamento que compensaría la frecuente angustia de los siete años en aquel trance entonces: “¿Habré dañado la hostia con los dientes?”. Para dejar libre un espacio al nuevo altar de la imagen de una Virgen, no me acuerdo si con su yunta también le tocó la mudanza a San Isidro Labrador, pero sí me percaté, y así se lo dije a Maritina, del traslado del cuadro de la bizantina Virgen del Perpetuo Socorro más al fondo de la iglesia. Desde allí debió velar por nuestros viajes de vuelta. No siempre puede, ni pudo, ni podrá, con tanto coche, tantos tipos de desarrollo desquiciado y ya tan a escala universal. El socorro se va haciendo cada vez menos perpetuo. Alguna vida no demasiado agradable puede estar aguardando a hijos, nietos y bisnietos nuestros y más desagradable aún a los no nuestros. Todos ellos, decía alguien grosera y no gitanamente, van a tener en el futuro motivos de sobra para cagarse en sus muertos, es decir, en nosotros. Con perdón. Quizá Agustín García Calvo en un artículo de EL PAÍS o luego en LA RAZÓN, que curiosamente en los dos periódicos colaboró algunos años. Pero lo diría más suave, menos montoreñamente que como a mí me ha salido.

Del EPÍLOGO. Había tantos coches en Montoro, pero hubo también tantos nombres, tantas conversaciones… Cada cual a su aire puede “epilogar” un poco. Una imagen vale más que mil palabras. Pero más de uno le ha dado con sentido la vuelta al dicho. A veces una palabra puede valer más que mil imágenes. Por excesivas. A las diamelas le sirven de abono tanto las imágenes como las palabras. Y ya sin ser metáfora de blog y según mi madre, preservarlas del frío en los inviernos: al aire libre, pero bajo techado y protegidas con un buen tinglao de arpillera por las noches.